
Pensamientos negativos y ansiedad
En ocasiones, la mayoría de las personas vivimos como algunos pensamientos desagradables o limitantes aparecen en nuestra mente. Vienen a nosotros de forma automática e incontrolable y encontramos muy difícil dejarles de prestar atención o cambiar nuestra forma de pensar. A veces los pensamientos negativos son limitantes, porque nos impiden disfrutar o restringen nuestra vida cotidiana. Cuando encontramos grandes dificultades para centrarnos en otras actividades y alejar los pensamientos negativos de nuestra cabeza, estos pensamientos se convierten en pensamientos obsesivos.
¿Por qué pienso en cosas malas?
Alrededor del 95 % de todos los pensamientos que se generan en nuestra mente son pensamientos automáticos e incontrolables. Esto significa que nosotros no somos responsables de su aparición ni su existencia. Aunque parezca sorprendente la mayor parte de nuestra actividad mental no es un suceso controlado, sino más bien, automático e involuntario.
Las personas solo podemos ejercer cierto control sobre la atención que prestamos a estos pensamientos. Podemos también con algo de trabajo y práctica, cambiar su interpretación, su contenido o su significado. El objetivo consiste en entender que no hay pensamientos negativos o positivos, sino más bien útiles (aquellos que nos ayudan en nuestra vida cotidiana) e inútiles (aquellos que la dificultan) así que recuerda:
- No tienes control sobre la mayoría de pensamientos que aparecen en tu mente.
- No eres responsable de su aparición o existencia.
- No hay pensamientos buenos y malos, hay pensamientos útiles, que merecen nuestro tiempo y atención y pensamientos inútiles, aquellos que no la merecen.
¿Cómo puedo dejar de pensar en cosas negativas?
Recuerda que no eres responsable de los pensamientos que tienes, que son inevitables y que es muy difícil controlar la existencia y aparición de estos pensamientos. Recuerda que los pensamientos no son más que imágenes, representaciones o ideas en nuestra cabeza. Si vivimos un pensamiento como desagradable o negativo es debido a la importancia y atención que nos merece. En la psicología de la salud, existen numerosas herramientas que tienen como objetivo contemplar y convivir con todos estos pensamientos sobre los que no tenemos control de una forma serena y desapegada. Un ejercicio que puede ayudar a entender este enfoque es el siguiente:
- Anota en un papel los 2 o 3 pensamientos que mayor malestar te generan
- Realiza 5 respiraciones completas lentas y profundas
- Cuando te sientas preparado repasa mentalmente uno de los pensamientos anotado. Trata de contemplarlo desde lejos, como si las ideas o las palabras pasaran lejos de ti, como si las contemplaras en un desfile y marcharan fuera de ti, lentamente.
- Repite este proceso con el resto de pensamientos anotados.
El objetivo de este enfoque consiste en vivir nuestros propios pensamientos con una actitud desapegada y serena. Es importante entender que los pensamientos no son más que actividad mental y que si aprendemos a tomar cierta distancia de ellos y los contemplamos con serenidad podremos con vivir con esa parte de nosotros mismos que ahora tanto malestar nos genera. Esta actitud nos protege de la aparición de pensamientos rumiantes, pensamientos obsesivos o pensamientos negativos que son fruto de la ansiedad.
¿Cómo controlar los pensamientos de la mente?
Es muy importante recalcar que las personas no somos responsables de la aparición y existencia de los pensamientos que tenemos. Tan solo tenemos cierta responsabilidad en la atención que les prestamos. La psicología de la salud dispone de un amplio abanico de técnicas destinadas cambiar la interpretación, el contenido y el significado de algunos de los pensamientos que experimentamos. Un pequeño ejemplo podría ser la técnica de las tres preguntas:
- ¿Tengo pruebas de que el pensamiento que estoy teniendo sea verdad?
- ¿El pensamiento que estoy teniendo me es de utilidad?
- ¿El pensamiento que estoy teniendo me hace sentir bien?
Estas 3 preguntas hacen que reflexionemos sobre la verdad o veracidad de los pensamientos, su utilidad y sobre el bienestar o malestar que nos provocan. Podemos intentar sustituir el pensamiento por otro más veraz, más útil o que nos haga sentir mejor. Puedes cambiar tus pensamientos si tienes dudas sobre si son verdad o no, si no son útiles o si no te hacen sentir bien. Elige dirigir tu atención hacia pensamientos veraces, útiles y que te provoquen bienestar.